29 oct 2011

you can break everything I am

Tenía que ser hoy, tenía qué.
Resulta notablemente que hoy, tenía que ensayar para mi muestra de teatro, y la maestra me pidió un vestido de colores, el cual no tenía. Y digamos que no me iba a poner a comprar vestidos por ahí, porque no tenía ganas de deprimirme. Además, tampoco tengo guita, viste. Mis viejos están sin trabajo.
En fin, la cosa fue, que a último momentoo (cuando ya me tenía que ir) mi mamá me ofreció los que tenía. Me probé uno, me miré al espejo.
Yo pienso: ¿Cuánta fealdad podés encontrar en vos mismo? Te mirás y decís: ¿esa soy yo? ¿En verdad soy tan fea?
Me saqué el vestido y me encerré en mi habitación, preparé lo único que quedaba por preparar y ví unas tijeras cercanas. Rompí en llantos silenciosos y dolorosos. Con mi mejor esfuerzo, atravesé la puerta de mi casa me sentía abatida, horrenda y sin sentido en la vida. Sangrando por dentro y por fuera, fui a mi clase.
Afortunadamente, una amiga mía llamada Camila, me prestó un vestido. Otra vez lloré, no quería verme en otro espejo. (Algunas veces desearía ser un vampiro, esos que no salen a la luz, chupan sangre y no pueden verse al espejo y vivís para siempre). Me probé el vestido y ¿adiviná qué? me quedaba relativamente bien... (por así decirlo). Seguía sintiéndome fea, pero quizás no tanto en ese momento.
Luego recibí un mensaje que me sacó una sonrisa:
"Tenes que tomar la vida un poco más liviana, hija. Ya sé que es difícil pero intentalo. Decite a vos misma que podés reírte de vos misma y ¡aflojar un poco! Aflojar. Sos hermosa aunque ahora no lo veas. Y lo principal es que sos una hermosa persona y eso me pone muy orgullosa de vos. En serio. Te quiero"


Mamá te adoro.

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